A partir de la Revolución Industrial
el tamaño de las ciudades se dispararon por la migración de personas a trabajar a las nuevas fábricas,
esto provocó problemas de hacinamiento y salubridad. De esta manera se creó
este nuevo cliente con características muy diferentes a las que normalmente
antes se trabajaba. Para satisfacer este cliente con menos recursos se
desarrolló el concepto de “vivienda social” a “vivienda mínima” y por lo tanto
“vivienda barata”, lo cual implicó una reducción de la calidad del espacio y
los materiales. (Sanchez Corral, S.F.)
En
México la industrialización se produjo en los años ‘30s, la demanda
habitacional creció y los primeros pobladores comenzaron a instalarse en las
vecindades de la zona céntrica por su buena ubicación y cercanía a la mayoría
de servicios como escuelas y trabajos. Más tarde, por cambios de gestiones en
las rentas, parte de la población comenzó a comprar terrenos en la periferia,
desarrollando fraccionamientos populares con el objetivo de crear el ambiente
campirano en tu casa. (Sanchez Corral)
Tras
la prohibición del gobierno local de la construcción y urbanización de nuevos
terrenos, lejos de regular el crecimiento de la ciudad, provocó la ocupación
ilegal del territorio mediante asentamientos irregulares, algunos promovidos
por antiguos fraccionadores o líderes locales. Actualmente, la población que
vive en estas “colonias populares” es el 68% de la ciudad. (Sanchez Corral,
s.f.)
En los años
ochenta, los programas de vivienda de interés social eran financiados y
construidos por instituciones como Infonavit y Fovissste, se desarrollaron
algunos espacios multifamiliares en régimen de condominio, principalmente de
tipo vertical.
Después del
terremoto del ´85, se hicieron adecuaciones a la normatividad de construcción
para garantizar una mejor calidad de vivienda. Pero hasta 1992 se modificó la
política nacional de vivienda donde el papel del gobierno dejó la construcción
de la vivienda para sólo financiar la adquisición y el sector privado y social
se convirtieron responsables de la construcción y generación de ella. (PROFECO)
En febrero del
2013 el gobierno federal presentó la Política Nacional de Vivienda, que condujo
los esfuerzos públicos y privados para lograr una mayor y mejor coordinación
interinstitucional; transitar hacia un modelo de desarrollo sustentable e
inteligente, previendo que los créditos y subsidios del gobierno sean orientados
sean orientados al fomento del crecimiento urbano ordenado y reducir el rezago
de vivienda a través de más de un millón de acciones de lotificación,
construcción, ampliación y mejora de hogares donde la mitad serán nuevas
construcciones. (Periódico La Jornada)
En los últimos
años los problemas de los desarrollos urbanos aumentaron. Sobre todo el
crecimiento de la mancha urbana y la carencia de una planeación. El Gobierno
aprobó programas como el Desarrollo Urbano Integral Sustentable (DUIS) para
mejorar la planeación y el control del crecimiento. Desgraciadamente, hoy en
día la mayoría de los proyectos de vivienda social todavía carece de un diseño
integral y sobre todo de una densidad necesaria. (Sanchez Corral)
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