martes, 10 de mayo de 2016

CONTEXTO

A partir de la Revolución Industrial el tamaño de las ciudades se dispararon por la migración de  personas a trabajar a las nuevas fábricas, esto provocó problemas de hacinamiento y salubridad. De esta manera se creó este nuevo cliente con características muy diferentes a las que normalmente antes se trabajaba. Para satisfacer este cliente con menos recursos se desarrolló el concepto de “vivienda social” a “vivienda mínima” y por lo tanto “vivienda barata”, lo cual implicó una reducción de la calidad del espacio y los materiales. (Sanchez Corral, S.F.)
            En México la industrialización se produjo en los años ‘30s, la demanda habitacional creció y los primeros pobladores comenzaron a instalarse en las vecindades de la zona céntrica por su buena ubicación y cercanía a la mayoría de servicios como escuelas y trabajos. Más tarde, por cambios de gestiones en las rentas, parte de la población comenzó a comprar terrenos en la periferia, desarrollando fraccionamientos populares con el objetivo de crear el ambiente campirano en tu casa. (Sanchez Corral)
            Tras la prohibición del gobierno local de la construcción y urbanización de nuevos terrenos, lejos de regular el crecimiento de la ciudad, provocó la ocupación ilegal del territorio mediante asentamientos irregulares, algunos promovidos por antiguos fraccionadores o líderes locales. Actualmente, la población que vive en estas “colonias populares” es el 68% de la ciudad. (Sanchez Corral, s.f.)
En los años ochenta, los programas de vivienda de interés social eran financiados y construidos por instituciones como Infonavit y Fovissste, se desarrollaron algunos espacios multifamiliares en régimen de condominio, principalmente de tipo vertical.
Después del terremoto del ´85, se hicieron adecuaciones a la normatividad de construcción para garantizar una mejor calidad de vivienda. Pero hasta 1992 se modificó la política nacional de vivienda donde el papel del gobierno dejó la construcción de la vivienda para sólo financiar la adquisición y el sector privado y social se convirtieron responsables de la construcción y generación de ella. (PROFECO)
En febrero del 2013 el gobierno federal presentó la Política Nacional de Vivienda, que condujo los esfuerzos públicos y privados para lograr una mayor y mejor coordinación interinstitucional; transitar hacia un modelo de desarrollo sustentable e inteligente, previendo que los créditos y subsidios del gobierno sean orientados sean orientados al fomento del crecimiento urbano ordenado y reducir el rezago de vivienda a través de más de un millón de acciones de lotificación, construcción, ampliación y mejora de hogares donde la mitad serán nuevas construcciones. (Periódico La Jornada)

En los últimos años los problemas de los desarrollos urbanos aumentaron. Sobre todo el crecimiento de la mancha urbana y la carencia de una planeación. El Gobierno aprobó programas como el Desarrollo Urbano Integral Sustentable (DUIS) para mejorar la planeación y el control del crecimiento. Desgraciadamente, hoy en día la mayoría de los proyectos de vivienda social todavía carece de un diseño integral y sobre todo de una densidad necesaria. (Sanchez Corral)

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